Es sin duda la estación más espectacular, cuando se dan las condiciones claro. A veces el clima no ayuda a que los colores dorados del otoño se mantengan por mucho tiempo. Recuerdo años que casi no dio tiempo a disfrutar de las vistas y de los bosques, o simplemente se pasó a un tono tristón que ya presagiaba el invierno.En Asturias hay miles de sitios para disfrutar de esta estación: Peloño, Biescona, Gumial, Saperu, Muniellos, Pome, Valgrande, Hermo (mi favorito) y un largo etcétera de bosques autóctonos, sobre todo hayedos y carbayedas. Y no olvidemos los bosques de ribera, que con su proximidad al río hacen que sea un destino fotográfico imprescindible. Una de las fotos que espero celosamente hacer, es aquella en la que con las nieves tempraneras de noviembre se mezcle el dorado del otoño con la blancura de las nevadas. Siempre me pasa lo mismo cuando me encuentro ante un bosque de hayas en pleno otoño, tengo la sensación de que las retinas brincan ante esos colores. ¿Y que me decís de los caminos llenos de hojas? Son estupendos para disfrutar con niños y hacer sesiones fotográficas memorables. Este otoño está por finalizar y lo he disfrutado, no todo lo que hubiera querido, pero no me quejo: Bosques de ribera camino de la Olla del Dobra y en las Hoces del Esva, Faedo de Ciñera (León), bosque Saperu en Redes (Ruta del Tabayón del Mongayo), Gumial en Aller, Valgrande en Pajares y Tragamón. Y ahora, a esperar al siguiente otoño.
Hermo
Jugando con el Otoño
Bosque Saperu
Valle de Aller
Estorbin 